Siento que hace mucho tiempo me arroje al abismo y no hay manera que termine de caer, voy volando, pienso, puedo ver mis brazos convertirse en blancas alas extendidas, cortando el viento, haciendolo más fuerte. Puedo verlas estaticas, cayendo por su peso, dejandose llevar, iluminandose con la poca luz que queda de algún recuerdo perdido que dejo de doler en el momento que decidi saltar.
No mirare atrás para no darme cuenta de las cosas que dejo pues sé que son muchas más que me llevo guardadas en mis poros y cabellos, no quiero pensar en esas cosas que deje regadas en las escaleras interminables de aquella espiral que me atesoraba dentro de su malicia e ingenuidad. Momentos de derrota en los que baje mis alas por más de 7 segundos y apague mi viento que siempre fiel me eleva. Apague mis sonrisas y encendí mis lagrimas, muchas de ellas sin ser agua caían derrotadas.
Pude sentir como cada uno de mis sentidos dejo de funcionar.
Escuche lentamente como se cerraba la puerta y el eco que dejo esta al gritarme que jamás volvería a abrirse.
No comparo el sentimiento de sentirme viva y en contacto con todo dentro y fuera de mi, de ver más allá de lo que mis ojos me permiten y sentir todo con la intensidad en que choca el agua y produce ese SPLASH como forma de comunicarse con el mundo y decir: Aquí estoy.
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