“Y es que en este espacio no existe tal cosa como a lo que allá afuera llamamos tiempo. “
Me fui dándole la espalda a esa frase mientras me hablabas bajito, todavía sigo buscando las razones por las cuáles me negué a escucharte. No han pasado tantos días desde que decidí salir a buscarte, ahora ya llevo un par de horas encerrada en este bosque, no veo a donde camino pero la tierra es amable conmigo, me hace volar cuando me canso y me presta sus nubes para dormir mi siesta.
Llegue a un punto en donde encontré ruido, vi que a lo lejos saludaba el mar, quise sentir su frío y jugar con la arena húmeda entre mis dedos.
Los veo y me doy cuenta que mis dedos ya no me reconocen, hace tiempo que mi piel ya no es la misma y no me había dado cuenta de eso. Que tan grande soy, ahora estoy más fuerte y porfin tú estas conmigo. Nunca te fuiste en realidad, solamente te deje por ahí, con la seguridad de que me esperarías… Ahora vos decime ¿Por qué te quedaste? ¿Qué viste en mi que te dieron ganas de seguir adelante? ¿O es que yo siempre te he suplicado que no me abandones?
Ya te encontré, desde aquella madrugada que decidí que saldría a buscarte, que tocaría tu puerta hasta que te enamoraras locamente de mi, que nos iríamos juntas de turistas al mundo, seremos un par de autistas en busca de nuevos colores solo para nosotras… Ahora entiendo porque me decias que aqui no existe lo que allá afuera llamamos tiempo.
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