Pasamos más de 200 días inventándonos las caras, dibujadas en palabras y en historias que nunca escuchamos contarnos.
Noches de imaginarte despertar en mi almohada
Silencios que tenían tu respiración sin sentir el aire
Ciudades con fantasmas que nunca serían los mismos
Amores, bocas y cuerpos ajenos por querer que fuera el tuyo el que no estaba a destiempo.
Un océano que no cruzaste por buscar mis brazos
Pero que yo nadé por ver si eras real.
Real no, pero si verdadero.
Un océano después estabas aquí, a no muchos kilómetros de encontrarnos.
Pero seguís estando lejos.
Y aunque ahora podés estar en cualquier de mis calles
En los autos que van a mi lado
Podés estar ahí, a tres palabras suficientes para que vengas por mi.
Para olvidar un protocolo porque un desorden de sábanas frías nos están esperando.
Pensar que ya se acabo el tiempo, que ahora todo es cuenta regresiva
Que mi piel sabe que sentirá tus dedos.
Que ya no estás a un océano de distancia.
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