Una de esas noches donde no sé si llorar o sentarme a esperar.
¿Esperar que?
Sigo buscando la manera de contestar esa pregunta. Desde hace algún tiempo me quede sin expectativas, nunca espero más de lo que doy; jamás doy más de lo que quiero dar.
Mi problema es cuando quiero y no puedo, no hay a quien, pienso.
En la introspectiva de la era nocturna de mis neuronas reparo en lo grisáceo que se ha vuelto mi entorno. Nunca fui gris.
No sé exactamente si me gusta ser gris, aunque debo admitir que es cómodo ¿La comodida es sinónimo de mediocridad? "Depende de lo que querrás para tu vida" lei esas palabras.
Supongo que a veces ser gris esta bien, pero ¿Que pasa cuando buscas los colores? El blanco es muy dócil y el negro intransigente, el amarillo es exacto aunque prefiero el rosado.
Una vez más me encuentro ambivalente. Recuerdo que una vez me vi enamorada de ella, era tan amplia y complaciente. Hoy se que me acompaña, solo debo encontrarla.
En la magnitud de mis madrugadas, simples momentos donde me pongo a reflexionar escucho algo llamando a mi puerta. La abro...
Me encuentro con la especialidad de la naturaleza: Un cielo oscuro con destellos morados, azules, anaranjados. Un frio que hiela hasta el rojo de mis uñas, gotitas de lluvia, silencio; no hay luna.
Una calle vacia con un par de charcos en sus orillas, burbujas y una limpieza inmaculada, como la sensación de una herida sanada. No hay nada interrumpiendo mi calma.
La belleza monumental de las copas de los árboles, mis pies descalzos y las ansias de un abrazo. Un recuerdo de unas lagrimas que no fueron lloradas. Miro la lluvia y la envidio pues a mi llanto solo le falto ser agua.
Esta vez definitivamente estoy afuera, adentro ya no podia llamarlo un lugar, solo queria mantener en mi cabeza la idea de pertenecer por no sentirme sola.
Sola...
Cuantas veces tuve miedo a la soledad, siempre estuvo conmigo. Hubieron instantes eternos que parecian correr en mi contra y no me dejaban avanzar, solo queria no esconderme más de ellos.
Algunas señales fueron obvias, otras las busqué entre lineas, otras las invente.
Uno al final siempre inventa su realidad.
Nunca me habia detenido por frenar un impulso. Lo siento, soy impulsiva ¡Me gusta seguirlos y llenarme de ellos!
Las contradicciones duelen cuando abruman, no necesito de una etiqueta para "El sentimiento" cuando realmente es un deseo.
Yo daría todo por "eso" aún cuando estoy conciente que al segundo se acabara el instante. No busco más que hacer grande o extinguir la llama, la pasión es razón suficiente para atacar, pasión no es sinónimo de amor.
El riesgo existe y supongo que no me molesta tomarlo, solo sigo el ritmo que me marcas aunque sea tan efímero... tu sonrisa lo vale.
No sé como actuar cuando lo que ni es un sentimiento alcanza; no logro decifrarte y sinceramente ¡No quiero hacerlo!
Después de tanto darle vueltas a mi cabeza, de desordenar átomos y volver a construirlos, luego de gritarle al techo y embriagarme en café... sigo sin respuestas.
Hoy no sé si quiero ser gris, blanca, negra, amarilla o rosada.. talvez quiero ser un arcoiris.
Sé que no puedo quedarme viviendo en el limbo por mucho tiempo y que en algún momento tendré que actuar y tomar decisiones... puede que no sean las correctas, pero serán mias y aprendere a valorarlas.
Tu también lo harás.
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