Estamos los dos compartiendo un espacio que quizás, desde el cielo, nos fue asignado. Hago maromas para llamar tu atención, te observo caminar por el sendero cubierto de buganvilias, el morado intenso de tu blusa combina en contraste con el azul del viento. Un medio día de marzo te acercaste a mí, desinhibida pero asustada sin preámbulos tomaste mi mano y lograste capturarme en el profundo infinito incierto de tus ojos.
En lo relativo del tiempo y lo incierto del futuro logre quererte y experimentar el profundo dolor de perderte. Solo, a la deriva, sin guarida. Una oportunidad pedía, me la negabas, rechazabas la idea de volver a encontrar tu nariz con la mía. Necesitaba perderme en mis adentros y encontrar la intención de tu olvido, de un olvido que no borraría y pretendería nunca haber sentido, simplemente un olvido que me dejara respirar sin la necesidad de extrañarte, un olvido en el que pudiera recordarte, analizarte sin tener que odiarte para dejar de amarte.
Tome un cigarrillo y al compas del humo corrían mis hormonas en busca de mis neuronas. Te encontré en un laberinto, rodeada de rosas, hermosa. Acaricie tu cabello, el olor de tu pelo… me senté junto a ti, en silencio, tu estado favorito. Deseaba tenerte cerca y susurrarte que yo se que en mi piensas, que aunque lo intentas no me dejas, porque todavía estas aquí, escondida en lo abstracto de mis pensamientos.
Aún conservo esa mirada, esa palabra, esa caricia, esa sonrisa. Tome tu lado oscuro y logre colorearlo. Tiñendo el abril en el que debajo del árbol, disfrutando del otoño casi primaveral, en el cual me dejaste indagar, investigar, mitigar ese sabor a soledad.
En el tatuaje de mis párpados encuentro consuelo para esta muerte sin sentido ¿Por que sigo esperando a que no vuelvas? ¿Por que no querio ver el tiempo correr?
domingo, 30 de agosto de 2009
jueves, 27 de agosto de 2009
... Porque las razones nunca serán suficientes
Un hombre al que admiro y amor por lo que es, en su perfección tan imperfecta. Un hombre completo, lleno de vida, con unas ganas increíbles de comerse al mundo, que sale todos los días en busca de aventuras, que repara en los detalles para hacer de su vida y la de quienes lo rodean algo más felíz y sublime. Un hombre con un corazón tan grande y un ángel que se le sale por los poros, que no conoce limitaciones, que no sabe de fracasos, un hombre tan fuerte que es capaz de llorar por las cosas que le duelen. Alguien que piensa que puede arreglar el mundo, que no le teme a los riesgos y ve todo como una enseñanza. Esa persona que todo lo puede y si no, se lo inventa. Ese alguien que llena mi vida de paz, que irradía energía a pesar de que a veces las cosas no van bien. Un hombre trabajador e independiente, un hombre que en realidad es un niño, uno muy terco y adorable. Un hombre que se deja amar, que agradece y valora las cosas buenas que le pone el destino. Un hombre con una sonrisa infinita, con ojos que son luz en la oscuridad. Un hombre que hace de este mundo un lugar mejor para vivir. Por ser esa persona que hizo de mi alguien capaz de amar y pensar en un "nosotros" y no solo en un "yo", que me hizo ver más allá de mi mundo, por ser esa persona que me hizo entender que el amor no lo es todo pero si lo más importante. Esa persona que con su sola existencia hizo de la mía algo maravilloso. Alguien que me saco de mi área de confort y me llevo a correr lugares inimaginados pero eso si, siempre de la mano. Alguien que me enseño que la felicidad ajena es parte de la propia; a pesar de que no siempre se es parte de ella pero que para uno es tan inmensa que amortigua el dolor interno, que cuando se quiere de verdad no se ponen excusas ni pretextos, que se da por completo sin esperar nada a cambio, que la soledad es hermosa media vez este acompañada, que el tiempo es relativo y que todo esto, nunca se acaba. Alguien por quien soy capaz de reorganizar el universo y reinventar teorías por verle una sonrisita pintada en la cara, por ser mi superheróe personal, por seguir siendo el responsable, por ser mi deblidad, porque cierro mis ojos e imagino su carita hermosa llena de paz, porque me abriga con su calor y su complicidad.Por esas increíbles sensanciones que me daba, por hacer el amor viendonos a los ojos y con música de fondo. Por lo excelente que es en todo lo que hace, por hacer del sexo un arte. Simplemente por ser mi sueño hecho realidad, mi epifanía, mi utopía, porque fui parte de su vida, porque existe y lo comparte, porque lo amo y porque por fin me da valor para contarle todo esto."
domingo, 16 de agosto de 2009
Atención mujeres ¡Pongamonos en huelga!
A continuación les presento una una lista de motivos por los cuales hacemos una huelga en contra de los hombres. Por favor, no nos llamen feministas, desdichadas, amargadas o despechadas, simplemente somos.. Realistas.Huelga En Contra De Los Hombres Que:
•Tienen Novia y dicen amarla
•Te dicen que te quieren... pero no ahorita
•Te quieres solo como una amiga
•Dicen: No soy suficiente para ti, sos mucho para mi por eso tengo que dejarte (....)
•Se creen la última coca cola en medio de Sahara
•Son tan narcisistas como tú
•Terminan con su novia y buscan consuelo en otro labios
•Dicen: Te quiero más que a una amiga y menos que a una novia
•Se portan super lindos con tu mamá
•Te piden consejos para conquistar a la "Otra"
•Son unos machetones
•Detrás de su amistad disimulan su amor
•Aparecen en tu camino y parecen salidos del más romántico cuento de hadas
•Te hacen escribir todo un escritorio
•Te cuentan que eres su novia... (Al menos te avisan)
•Se creen tu dueño y señor•Te dicen aún te amo y no regresan contigo
•Son odiables... pero tan adorables, abrazables inclusive besables
•Se olvidan de las fechas importantes
•Saben que nos gustan y aún así hacen de todo para ponernos celosas
•Son todo lo que siempre pediste pero no pueden ser tuyos
•Le haces una gran, gran, graaan tarjeta y le dedicas canciones y aún así "No captan el mensaje"
•Quieren algo más que un beso pero nada de noviazgo ¿Captas la indirecta?
•Son perfectos, pero solo los ves a través de la pantalla
•Te hacen ilusiones
•No valoran los detalles. ¡Es más! No se fijan en ellos
•Les preguntas por su novia y les brillan los ojos y lo peor es que te encanta ese brillo
•Te usan para llegar a TU amiga
•Parecen marineros, pues tienen una novia en cada puerto
•No tienen la madurez suficiente para aceptar que los dejamos
•Se quejan y lloran con nuestras amigas
•Piensan que como su amiga ¡Sos lo máximo! pero como su novia... ¡Jamás!
•Son increíblemente guapos y tienen novias feas
•Nos hacen preguntarnos ¿Que tiene ella que yo no?
•Se les hace tan fácil decir "Te amo" como si fuera hoja en blanco
•De la noche a la mañana se olvidan que una vez "Nos amaron"
•Nunca tuvimos y nunca perdimos
•Que tienen nombre de restaurante de comida japonesa
•No nos hacen el favor de desaparecer del planeta
•ESE hombre
•Que escribió los más bellos versos y se murió, dejándonos enamoradas, a merceded del resto de hombres sin talento
•han pecado más que uno, y aún así dicen que las que merecemos el infierno somos nosotras
•Reniegan de sus emociones y sentimientos
•Los "amigos" perfectos que mueren por nosotras pero... a nosotras no nos gustan
•Nos hicieron llorar hasta quedarnos dormidas
•No podemos olvidar y estamos hartas de extrañar
•Siempre, pase lo que pase y venga quien venga.. ¡Siempre! serán nuestra debilidad.
En fin proponemos una huelga en contra de todos los hombres que nos inspiraron a escribir esto. Por favor, recuerden que ningún hombre es más perfecto que nuestra propia perfección. Y si... por más que hablemos de ellos lo único cierto es esto: Con ellos mal, sin ellos ¡Peor! o ¿Que? ¿No? ¿Muy feo? Mmmm.. sean como sean, Son un mal necesario.Agradecemos a todas las maravillosas e inteligentes mujeres que ayudaron con sus historias... ¡Gracias!
•Tienen Novia y dicen amarla
•Te dicen que te quieren... pero no ahorita
•Te quieres solo como una amiga
•Dicen: No soy suficiente para ti, sos mucho para mi por eso tengo que dejarte (....)
•Se creen la última coca cola en medio de Sahara
•Son tan narcisistas como tú
•Terminan con su novia y buscan consuelo en otro labios
•Dicen: Te quiero más que a una amiga y menos que a una novia
•Se portan super lindos con tu mamá
•Te piden consejos para conquistar a la "Otra"
•Son unos machetones
•Detrás de su amistad disimulan su amor
•Aparecen en tu camino y parecen salidos del más romántico cuento de hadas
•Te hacen escribir todo un escritorio
•Te cuentan que eres su novia... (Al menos te avisan)
•Se creen tu dueño y señor•Te dicen aún te amo y no regresan contigo
•Son odiables... pero tan adorables, abrazables inclusive besables
•Se olvidan de las fechas importantes
•Saben que nos gustan y aún así hacen de todo para ponernos celosas
•Son todo lo que siempre pediste pero no pueden ser tuyos
•Le haces una gran, gran, graaan tarjeta y le dedicas canciones y aún así "No captan el mensaje"
•Quieren algo más que un beso pero nada de noviazgo ¿Captas la indirecta?
•Son perfectos, pero solo los ves a través de la pantalla
•Te hacen ilusiones
•No valoran los detalles. ¡Es más! No se fijan en ellos
•Les preguntas por su novia y les brillan los ojos y lo peor es que te encanta ese brillo
•Te usan para llegar a TU amiga
•Parecen marineros, pues tienen una novia en cada puerto
•No tienen la madurez suficiente para aceptar que los dejamos
•Se quejan y lloran con nuestras amigas
•Piensan que como su amiga ¡Sos lo máximo! pero como su novia... ¡Jamás!
•Son increíblemente guapos y tienen novias feas
•Nos hacen preguntarnos ¿Que tiene ella que yo no?
•Se les hace tan fácil decir "Te amo" como si fuera hoja en blanco
•De la noche a la mañana se olvidan que una vez "Nos amaron"
•Nunca tuvimos y nunca perdimos
•Que tienen nombre de restaurante de comida japonesa
•No nos hacen el favor de desaparecer del planeta
•ESE hombre
•Que escribió los más bellos versos y se murió, dejándonos enamoradas, a merceded del resto de hombres sin talento
•han pecado más que uno, y aún así dicen que las que merecemos el infierno somos nosotras
•Reniegan de sus emociones y sentimientos
•Los "amigos" perfectos que mueren por nosotras pero... a nosotras no nos gustan
•Nos hicieron llorar hasta quedarnos dormidas
•No podemos olvidar y estamos hartas de extrañar
•Siempre, pase lo que pase y venga quien venga.. ¡Siempre! serán nuestra debilidad.
En fin proponemos una huelga en contra de todos los hombres que nos inspiraron a escribir esto. Por favor, recuerden que ningún hombre es más perfecto que nuestra propia perfección. Y si... por más que hablemos de ellos lo único cierto es esto: Con ellos mal, sin ellos ¡Peor! o ¿Que? ¿No? ¿Muy feo? Mmmm.. sean como sean, Son un mal necesario.Agradecemos a todas las maravillosas e inteligentes mujeres que ayudaron con sus historias... ¡Gracias!
Crónicas De Su País De Las Maravillas [ 2 ] : ¿Que tan libre puede ser un sentimiento?
Así que por décima vez en el día suspiró.Dio la vuelta y dejando atrás su desconocido reflejo abrió la ventana y, deleitándose con el cielo, las estrellas y la luna llena que se abría ante sus ojos, decidió recordar.
Y no era que no lo hubiera hecho antes, lo hacía todo el tiempo. Cada mínimo detalle de aquella pequeña cosa verde orejas de gnomo; Todo, absolutamente todo lo recordaba. Pero esta vez será diferente, se dijo en sus adentros.
No tenía muy claro que podía tener de diferente recordarlo ahora que en ocasiones pasadas, pero estaba segura que esta vez definitivamente cambiaría. Y toda su vida juntos comenzó a pasar frente a sus ojos. No pudo evitar un escalofrío cuando de su ipod comenzó una canción que habla de un "Libre Sentimiento".
Era casi mágica la sensación que esa canción le provocaba. De repente la nostalgía y melancolía se hicieron presentes y cada espacio de su cuarto se lleno de ellas. Podía sentirse la densidad del ambiente a través de las paredes. Subió el volumen al máximo y como si eso no fuera suficiente masoquismo, abrió la gaveta y entre miles de papeles encontró aquella carta que él, al inicio, le había dado. Letras cursis y especiales en donde, en síntesis, decía que no quería ser en su vida solo un visitante.
La tomó entre sus manos y, como ya era costumbre, la leyó. Al final no pudo reprimir una leve sonrisa y un intento de llanto. Ya había perdido la cuenta de cuantas veces había leído esa carta, incluso era posible que la supiera de memoria porque durante mucho tiempo, ese conjunto de verbos y adejetivos fueron su soporte. Él le dijo una vez: Cada vez que sienta dudas, lea la carta. Ahí entenderá todo lo que tengo que decirle, todo lo que siento por ud.
Dejó caer aquel preciado papel y justo a la mitad de la canción pudo escuchar como una parte de su alma le pedía a gritos un poco de descanso y como peleaba con su cerebro, en donde hay tantas cosas que quisiera entender, tantas preguntas sin respuesta, tanto dolor injustificado.
Absorta en sus pensamientos trato de encontrar entre el mar de sus neuronas un solo defecto, un solo error, una sola decepción.Nada.No había nada malo que hablar, pensar o imaginar de él, buscó intensamente para, talvez, con un punto negativo a su favor, olvidarlo de una manera más sencilla.
Pero simplemente No, total y absolutamente perfecto.
En vista que no había nada malo que recordar desistió de la idea y optó por revivir esos meses de absoluta y plena felicidad; Después de todo lo que ellos había sido tan hermoso y perfecto como para arruinarlo de esa manera.
Estaba decidida a salir de su área de confort. Repitió la canción y, así con esas suaves palabras envenenadas, cerró los ojos y sonriendo... Comenzó.
Y no era que no lo hubiera hecho antes, lo hacía todo el tiempo. Cada mínimo detalle de aquella pequeña cosa verde orejas de gnomo; Todo, absolutamente todo lo recordaba. Pero esta vez será diferente, se dijo en sus adentros.
No tenía muy claro que podía tener de diferente recordarlo ahora que en ocasiones pasadas, pero estaba segura que esta vez definitivamente cambiaría. Y toda su vida juntos comenzó a pasar frente a sus ojos. No pudo evitar un escalofrío cuando de su ipod comenzó una canción que habla de un "Libre Sentimiento".
Era casi mágica la sensación que esa canción le provocaba. De repente la nostalgía y melancolía se hicieron presentes y cada espacio de su cuarto se lleno de ellas. Podía sentirse la densidad del ambiente a través de las paredes. Subió el volumen al máximo y como si eso no fuera suficiente masoquismo, abrió la gaveta y entre miles de papeles encontró aquella carta que él, al inicio, le había dado. Letras cursis y especiales en donde, en síntesis, decía que no quería ser en su vida solo un visitante.
La tomó entre sus manos y, como ya era costumbre, la leyó. Al final no pudo reprimir una leve sonrisa y un intento de llanto. Ya había perdido la cuenta de cuantas veces había leído esa carta, incluso era posible que la supiera de memoria porque durante mucho tiempo, ese conjunto de verbos y adejetivos fueron su soporte. Él le dijo una vez: Cada vez que sienta dudas, lea la carta. Ahí entenderá todo lo que tengo que decirle, todo lo que siento por ud.
Dejó caer aquel preciado papel y justo a la mitad de la canción pudo escuchar como una parte de su alma le pedía a gritos un poco de descanso y como peleaba con su cerebro, en donde hay tantas cosas que quisiera entender, tantas preguntas sin respuesta, tanto dolor injustificado.
Absorta en sus pensamientos trato de encontrar entre el mar de sus neuronas un solo defecto, un solo error, una sola decepción.Nada.No había nada malo que hablar, pensar o imaginar de él, buscó intensamente para, talvez, con un punto negativo a su favor, olvidarlo de una manera más sencilla.
Pero simplemente No, total y absolutamente perfecto.
En vista que no había nada malo que recordar desistió de la idea y optó por revivir esos meses de absoluta y plena felicidad; Después de todo lo que ellos había sido tan hermoso y perfecto como para arruinarlo de esa manera.
Estaba decidida a salir de su área de confort. Repitió la canción y, así con esas suaves palabras envenenadas, cerró los ojos y sonriendo... Comenzó.
Crónicas De Su País De Las Maravillas [ 1 ]: "Penny and Me" suena de música de fondo
Sentada a la orilla de su cama, observó el reflejo que produce la luz de la calle cuando choca contra la puerta, las estrellas y mariposas de papel que adornan su cuarto parecían tener una leve y cálida luz intermitente.
¿Han notando que la luz de las estrellas es intermitente?
Y ahí estaba ella. En la semioscuridad, acostada en medio de la cama escuchando a Joaquin Sabina, tratando de controlar la temperatura de su cuerpo, tratando de no extrañarlo, de no necesitarlo. Mirando fijamente al techo un par de lagrimas cayeron traviesas por sus mejillas, ahí está todavía, el dolor no había terminado. Enojada consigo misma, temblorosa por la impotencia de no controlar el tiempo y el olvido; exasperada daba vueltas a la cama. Se levantó y reuniendo todas sus fuerzas bajó las escaleras y en el silencio de la noche, se refugió en el sabor de su café.
Con las ansias controladas subió de nuevo, lentamente.Preparó un ritual.
Cuando por fin logró este estado de absoluta calma en donde solo existe el maravilloso efecto hipnótico de la música y el frágil camino de las letras, comienza a viajar por su país de las maravillas; el cuál había dejado solo porque se cubrió de gris, sus colores brillantes y la luz resplandeciente se apagó. Cada espacio se llenaba de sus lagrimas, sollozos, lamentos... Cada uno de ellos vagaba errantes sin encontrar un lugar donde perderse y no volver. Todos, uno por uno, volvían a ella, una y otra vez. Era desgastante.
Al verse sola inmersa en recuerdos, cambió de canción y miedosa pero decidida caminó.
De música de fondo suena "Penny And Me", su rostro se llenaba de sonrisas propias ajenas. Seguía de pie frente al espejo examinando minuciosamente lo que quedaba de ella. Estaba perdida en su propio reflejo, tendencia vampírica, complejo de... Ya no se hallaba en aquel mausoleo de cristal que tanto le había costado construir y proteger con su propio corazón, exponiendo su integridad física y emocional. Pero ella era obstinada, apasionada, tenía todas sus esperanzas y anhelos puestos en aquel ente irradiante de una luz incandecente, estaba enamorada.
Ella lo amaba. Con todo lo que eso implica, con cada dicha y desgracia requerida. Apagó la luz de la pieza y quizás, bajo la oscuridad tangible, encontraba el rayito de sol que tanto andaba buscando. Sus esfuerzos fueron insuficientes y su fe caía en picada. Estaba exhausta de no ser ella, de fingir armas, de llorar aferrada a la almohada ¡Estaba harta de sufrir! de no soportarlo... De no disfrutarlo.
¿Han notando que la luz de las estrellas es intermitente?
Y ahí estaba ella. En la semioscuridad, acostada en medio de la cama escuchando a Joaquin Sabina, tratando de controlar la temperatura de su cuerpo, tratando de no extrañarlo, de no necesitarlo. Mirando fijamente al techo un par de lagrimas cayeron traviesas por sus mejillas, ahí está todavía, el dolor no había terminado. Enojada consigo misma, temblorosa por la impotencia de no controlar el tiempo y el olvido; exasperada daba vueltas a la cama. Se levantó y reuniendo todas sus fuerzas bajó las escaleras y en el silencio de la noche, se refugió en el sabor de su café.
Con las ansias controladas subió de nuevo, lentamente.Preparó un ritual.
Cuando por fin logró este estado de absoluta calma en donde solo existe el maravilloso efecto hipnótico de la música y el frágil camino de las letras, comienza a viajar por su país de las maravillas; el cuál había dejado solo porque se cubrió de gris, sus colores brillantes y la luz resplandeciente se apagó. Cada espacio se llenaba de sus lagrimas, sollozos, lamentos... Cada uno de ellos vagaba errantes sin encontrar un lugar donde perderse y no volver. Todos, uno por uno, volvían a ella, una y otra vez. Era desgastante.
Al verse sola inmersa en recuerdos, cambió de canción y miedosa pero decidida caminó.
De música de fondo suena "Penny And Me", su rostro se llenaba de sonrisas propias ajenas. Seguía de pie frente al espejo examinando minuciosamente lo que quedaba de ella. Estaba perdida en su propio reflejo, tendencia vampírica, complejo de... Ya no se hallaba en aquel mausoleo de cristal que tanto le había costado construir y proteger con su propio corazón, exponiendo su integridad física y emocional. Pero ella era obstinada, apasionada, tenía todas sus esperanzas y anhelos puestos en aquel ente irradiante de una luz incandecente, estaba enamorada.
Ella lo amaba. Con todo lo que eso implica, con cada dicha y desgracia requerida. Apagó la luz de la pieza y quizás, bajo la oscuridad tangible, encontraba el rayito de sol que tanto andaba buscando. Sus esfuerzos fueron insuficientes y su fe caía en picada. Estaba exhausta de no ser ella, de fingir armas, de llorar aferrada a la almohada ¡Estaba harta de sufrir! de no soportarlo... De no disfrutarlo.
Estado de conciencia: Alterado
Ahí estuve. Bajo el sol, dos horas, cansada, con sed. El dolor de cabeza era casi mortal, mi piel se quemaba como una hoja de papel, mis rodillas cada vez más débiles y mi corazón y cerebro, poco a poco dejaron de funcionar.
Desperté con el estado de conciencia alterado, las lágrimas corrían por mis mejillas y tu nombre impregnado en los labios. Escondida bajo el calor de las sábanas tratando de no ser encontrada por tu ausencia, fallé.
Me encontró temblando de miedo con el alma ensangrentada, con los ojos secos cubiertos con mis manos, para talvez así, esquivarla un momento. Después de seis intentos fallidos me puse de pie, me serví café y converse con ella.
Eran frías, duras, groseras, egoístas y reales cada una de sus palabras; cada molécula de su aliento me golpeaba fuertemente. Mis oídos retumbaban y mi mente tardaba en procesar toda esa información. Durante toda la conversación luché por contener el llanto, los últimos 23 segundos fueron un infierno; después de un largo suspiro, me eché a llorar.
Tu presumida ausencia me observaba desconcertada, paso su mano por mi cabello rozando mis orejas, un gesto al que tu estabas acostumbrado a la hora de besarnos, lo recordé los siguientes instantes y fue aún mas difícil calmarme. La noche corría lentamente, tanto que las primeras horas de la madrugada me parecieron muy lejanas ¿De verdad había detenido el tiempo? o ¿Me había encontrado muy temprano?
El tiempo fue algo que simplemente perdió sentido. Me llevó delante del espejo del baño, me hizo verme. Noté los cambios y me asusté. Mi cabello desarreglado, varios kilos menos y bajo mis ojos dos grandes manchas negras que ya eran más que ojeras. Estaba perdida en recuerdos, añorando cada centímetro de tu cuerpo, saboreando una y otra vez el sabor de tus besos, dramatizando la sensación de tus brazos. Se acercó por detrás, su imagen era más potente que la mía, tiernamente me susurró que me quería.
Aquellas palabras me dejaron helada ¿Cómo podía quererme algo que yo tanto odiaba? La negaba con la cabeza y desde el alma sentía que mis lágrimas se agotaban. Tomamos otra taza de café y fue ella la que decidió explicarme lo que sucedía.
Sostuvo firmemente mis manos entre las suyas mientras me contaba que tú eras feliz, que estabas inmensamente lejos de mi, y que yo aparecía en tu mente solo como un grato recuerdo. Mientras ella estaba ahí, diciéndome sin pena que me amaba y que quería quedarse conmigo siempre.
Sentía que aún no era momento de dejarte ir, simplemente me negaba a convivir con ella, yo aún te quería. Me encerré en mis cuatro paredes, y ella golpeaba la puerta rogándome que la dejara entrar. Mi mirada inexpresiva se perdía en el vacío, su voz era cada vez más aguda, no podía ignorarla.
Volví a reaccionar y no tuve otra opción que darle la oportunidad y dejarla entrar. Al principio fue todo muy confuso, mi espalda convulsionaba tras una serie de escalofríos, aquel antiguo calor se estaba disolviendo. Con el tiempo nos hicimos amigas, me recordó como era el mundo cuando tu no estabas, recuperó mis alegrías y me las regaló en una cajita de seda cubierta de estrellas. Noche a noche, se acurrucaba junto a mi cama, y cantaba tiernos versos para que yo concibiera el sueño, trenzaba mi cabello y me leía fantasiosos cuentos.
Después de algunos días abrí las ventanas, y un rayito de sol iluminó nuestros rostros, la vi como lo más hermoso que hubiera imaginado, la abracé con fuerza y morimos en un beso. Después de eso todo fue diferente. Sus palabras dejaron de ser duras y egoístas, su aliento dejo de golpearme. Comenzó a llenarme de energía, acariciaba mi piel, me deje llevar por su encanto.
Era oficial: Llegue a amar tanto a tu ausencia, más de lo que un día amé a tu presencia.
Desperté con el estado de conciencia alterado, las lágrimas corrían por mis mejillas y tu nombre impregnado en los labios. Escondida bajo el calor de las sábanas tratando de no ser encontrada por tu ausencia, fallé.
Me encontró temblando de miedo con el alma ensangrentada, con los ojos secos cubiertos con mis manos, para talvez así, esquivarla un momento. Después de seis intentos fallidos me puse de pie, me serví café y converse con ella.
Eran frías, duras, groseras, egoístas y reales cada una de sus palabras; cada molécula de su aliento me golpeaba fuertemente. Mis oídos retumbaban y mi mente tardaba en procesar toda esa información. Durante toda la conversación luché por contener el llanto, los últimos 23 segundos fueron un infierno; después de un largo suspiro, me eché a llorar.
Tu presumida ausencia me observaba desconcertada, paso su mano por mi cabello rozando mis orejas, un gesto al que tu estabas acostumbrado a la hora de besarnos, lo recordé los siguientes instantes y fue aún mas difícil calmarme. La noche corría lentamente, tanto que las primeras horas de la madrugada me parecieron muy lejanas ¿De verdad había detenido el tiempo? o ¿Me había encontrado muy temprano?
El tiempo fue algo que simplemente perdió sentido. Me llevó delante del espejo del baño, me hizo verme. Noté los cambios y me asusté. Mi cabello desarreglado, varios kilos menos y bajo mis ojos dos grandes manchas negras que ya eran más que ojeras. Estaba perdida en recuerdos, añorando cada centímetro de tu cuerpo, saboreando una y otra vez el sabor de tus besos, dramatizando la sensación de tus brazos. Se acercó por detrás, su imagen era más potente que la mía, tiernamente me susurró que me quería.
Aquellas palabras me dejaron helada ¿Cómo podía quererme algo que yo tanto odiaba? La negaba con la cabeza y desde el alma sentía que mis lágrimas se agotaban. Tomamos otra taza de café y fue ella la que decidió explicarme lo que sucedía.
Sostuvo firmemente mis manos entre las suyas mientras me contaba que tú eras feliz, que estabas inmensamente lejos de mi, y que yo aparecía en tu mente solo como un grato recuerdo. Mientras ella estaba ahí, diciéndome sin pena que me amaba y que quería quedarse conmigo siempre.
Sentía que aún no era momento de dejarte ir, simplemente me negaba a convivir con ella, yo aún te quería. Me encerré en mis cuatro paredes, y ella golpeaba la puerta rogándome que la dejara entrar. Mi mirada inexpresiva se perdía en el vacío, su voz era cada vez más aguda, no podía ignorarla.
Volví a reaccionar y no tuve otra opción que darle la oportunidad y dejarla entrar. Al principio fue todo muy confuso, mi espalda convulsionaba tras una serie de escalofríos, aquel antiguo calor se estaba disolviendo. Con el tiempo nos hicimos amigas, me recordó como era el mundo cuando tu no estabas, recuperó mis alegrías y me las regaló en una cajita de seda cubierta de estrellas. Noche a noche, se acurrucaba junto a mi cama, y cantaba tiernos versos para que yo concibiera el sueño, trenzaba mi cabello y me leía fantasiosos cuentos.
Después de algunos días abrí las ventanas, y un rayito de sol iluminó nuestros rostros, la vi como lo más hermoso que hubiera imaginado, la abracé con fuerza y morimos en un beso. Después de eso todo fue diferente. Sus palabras dejaron de ser duras y egoístas, su aliento dejo de golpearme. Comenzó a llenarme de energía, acariciaba mi piel, me deje llevar por su encanto.
Era oficial: Llegue a amar tanto a tu ausencia, más de lo que un día amé a tu presencia.
Un vulgar suicido (Parte I)
A solas, bajo la luz de la luna tomando café, con el humo de su cigarrillo haciendo los efectos especiales, ahí estaba. Rastros de lágrimas y de dolores del alma aparecían aún en su cara; suspiraba.
Ahí en esa estrella reposaba, observaba como en su taza se reflejaba su pasado. Veía los momentos en que fue feliz, en que fue miserable, y en que fue insoportable. A tres kilómetros del cielo el cortometraje se proyectaba y con ansias lo esperaba. (Todo sucedió por evidencias que dieron pie a múltiples coartadas, eran de forma exacta).
Todas las mañanas al despertar se miraba al espejo, daba tres vueltas, acomodaba su fleco, aprobaba y se marchaba. Esta vez fue diferente, el espejo estaba roto al igual que su alma.
Al ya no poderse aferrar a un ser disfuncional decidió actuar. Buscaba, lloraba y suplicaba que su amor le regresara. Estas no fueron escuchadas. Y así fue, después apareció en un rincón de la habitación con un chantaje entre las manos de un amor desesperado. Nuevamente fue algo ignorado.
Se rindió, y así su pacto con el diablo estaba cerrado. Tomó un taxi y recorrió la ciudad, las luces de los carros provocaron un juego macabro y de ahí la locura le ganó a la razón.
Su destino era aquel hotel y casi todo estaba preparado. Doce rosas, trece velas, un poco de vino y algunas fresas; la inesperada sorpresa.
En su cabeza la idea revoloteaba, el cansancio y el efecto de las anfetaminas hacían efecto. Usó sus últimas fuerzas para dejarle un regalo. Abrió las finas puertecillas de cristal, un antiguo stéreo se dibujaba en su interior, pulsó “play” para dejar la música sonar, su canción favorita se repetía una y otra vez.
La pesimista y melancólica melodía dio el detalle perfecto para hacer de aquel teatro algo increíblemente trágico. Tomó su pluma y comenzó a escribir. Vio por la ventana una última vez, contemplaba aquel caótico pero bello lugar al que por muchos años le llamó su hogar. Imágenes de su infancia venían a su mente; lloraba al recordar que todos aquellos momentos y sueños, incluso su propia vida había dejado de tener sentido y todo gracias a que aquella persona le falló. Una ráfaga de viento se violentó contra su cara, hizo a su organismo reaccionar y pensó en sus adentros: “Basta ya de sentimentalismos, hay que actuar”.
Tomó su celular y cuidadosamente escribió una a una las palabras precisas, en algún lugar de la ciudad se escuchó sonar otro celular…
Ahí en esa estrella reposaba, observaba como en su taza se reflejaba su pasado. Veía los momentos en que fue feliz, en que fue miserable, y en que fue insoportable. A tres kilómetros del cielo el cortometraje se proyectaba y con ansias lo esperaba. (Todo sucedió por evidencias que dieron pie a múltiples coartadas, eran de forma exacta).
Todas las mañanas al despertar se miraba al espejo, daba tres vueltas, acomodaba su fleco, aprobaba y se marchaba. Esta vez fue diferente, el espejo estaba roto al igual que su alma.
Al ya no poderse aferrar a un ser disfuncional decidió actuar. Buscaba, lloraba y suplicaba que su amor le regresara. Estas no fueron escuchadas. Y así fue, después apareció en un rincón de la habitación con un chantaje entre las manos de un amor desesperado. Nuevamente fue algo ignorado.
Se rindió, y así su pacto con el diablo estaba cerrado. Tomó un taxi y recorrió la ciudad, las luces de los carros provocaron un juego macabro y de ahí la locura le ganó a la razón.
Su destino era aquel hotel y casi todo estaba preparado. Doce rosas, trece velas, un poco de vino y algunas fresas; la inesperada sorpresa.
En su cabeza la idea revoloteaba, el cansancio y el efecto de las anfetaminas hacían efecto. Usó sus últimas fuerzas para dejarle un regalo. Abrió las finas puertecillas de cristal, un antiguo stéreo se dibujaba en su interior, pulsó “play” para dejar la música sonar, su canción favorita se repetía una y otra vez.
La pesimista y melancólica melodía dio el detalle perfecto para hacer de aquel teatro algo increíblemente trágico. Tomó su pluma y comenzó a escribir. Vio por la ventana una última vez, contemplaba aquel caótico pero bello lugar al que por muchos años le llamó su hogar. Imágenes de su infancia venían a su mente; lloraba al recordar que todos aquellos momentos y sueños, incluso su propia vida había dejado de tener sentido y todo gracias a que aquella persona le falló. Una ráfaga de viento se violentó contra su cara, hizo a su organismo reaccionar y pensó en sus adentros: “Basta ya de sentimentalismos, hay que actuar”.
Tomó su celular y cuidadosamente escribió una a una las palabras precisas, en algún lugar de la ciudad se escuchó sonar otro celular…
Te lo agradezco
Sentado en la inmensidad de la habitación, cierras los ojos mientras me esperas con ansiedad, una línea de luz entre por el cerrojo de la puerta; puedes sentir mi presencia a través de los muros.
Abro lentamente la madera que nos divide, te veo ahí. Ansioso, nervioso, un intento de sonrisa se dibuja en tus labios.
Me acerco...
Mis uñas rojas por tus mejillas, sientes el olor de mi pelo, miras mis ojos y sabes por donde voy. Me voy lentamente por tu frente, vuelvo a ver tus ojos y observo el miedo; nuestras narices se topan, tu respiración es violenta. Me acerco un poco más, rozo tus labios, me abrazas fuertemente, pero te hago esperar por un beso.
Me alejo de ti, te tomo las manos y comenzamos a andar. Salimos...
Llegamos al parque y ahí parados sobre el puente vemos el agua correr, a nuestro alrededor las hojas y las flores. Me es difícil verte, la niebla es espesa y un cielo gris nos cubre, pronto comenzará a llover.
Pasamos una hora en silencio, tomados de la mano, siento este amor crecer desde mis entrañas, aunque palabra alguna no se ha pronunciado entre nosotros.
La intrigante noche ha llegado y el tiempo es perfecto para hacerte caer. Espero un poco más. Miramos hacía arriba y de aquel pálido sol solo una imponente luna llena ha quedado, el aire sopla con fuerza, sientes frío. Mi pelo baila en el cielo y el listón que lo adornaba se eleva, corres tras él.
Los minutos pasan lentamente.
Te preguntas que pasa por mi mente, te parezco fascinante, enigmática; permanezco intacta. Veo en tus pupilas el reflejo de aquel mortal que me entregó su corazón, que confió su alma en mis manos, que se perdió en el encanto de mis ojos, que no resistió el tono de mi voz.
Quiero que estemos juntos, que nos perdamos en este cielo, que compartamos cada segundo de nuestras irracionales existencias. Lo que te pido es mucho, incluso para tu amor incondicional; tengo miedo de lastimarte, de manchar tu esencia... de arruinar tu vida.
La lluvia poco a poco comienza a caer, el olor a tierra mojada nos hace reaccionar. Reímos.
Hablas lentamente como si tuvieras vergüenza del sentido de tus palabras, comprendo una a una las sílabas y te doy la razón. Me recitas tu amor como si de un poema se tratara, hablas de mi belleza, de mi inteligencia, de mi sentido del humor, tu última palabra es "Amor".
Así es, aunque es difícil, te disculpas; me dices que me amas, me parece un poco tonto pero romántico, te atrapo en un abrazo.
Sin darnos cuenta el tiempo pasó, se acerca el momento que tanto esperé. A lo lejos del parque se dibuja una torre, caminamos. No entiendes porque estamos ahí pero quieres estar conmigo así que no cuestionas, solo cierras tus ojos y te dejas llevar. Sonrió.
Comienzo por tranquilizarte con unas palabras cursis y sin gracia, pero a ti te agradan, confías en mi al grado de seguirme por el mundo sin protestar, un punto a mi favor, ya te tengo en mis manos. Soy nueva en esto y estoy asustada, no tengo idea de como hacerlo. Intento ser sutil, apasionada, clara, concreta e irresistible. Por la expresión de mis ojos sabes que algo estoy tramando, te intriga saber que pasa por mi mente, te pones nervioso y así la situación se complica, intento tranquilizarte nuevamente. Esta vez uso un par de caricias, miradas que no te atreves a rechazar.
Es el momento, te miro de arriba a abajo y te sonrío, tomo tus manos y juego con ellas; acaricio tus mejillas, tu cabeza, recorro tu espalda, quiero recordar cada uno de los detalles de tu piel. No podemos esperar más, nuestros rostros se acercan y tus cálidos labios se funden con los míos, rojos y encendidos. Despacio, suave y largo, tus manos se enredan en mi pelo, nuestros cuerpos se acercan tanto así que nos volvemos uno mismo y caemos por el abismo de la sensualidad y el enamoramiento.
No queremos separarnos pero debo actuar rápido, lo pienso dos veces y decido no darle importancia, después de todo, si las cosas terminan bien te tendré por el resto de la eternidad.
Muevo mi cabeza lentamente, abrimos los ojos y despertamos del sueño en el que caímos bajo el calor de la pasión. No hablamos. Recuesto mi cabeza en tu hombro, pongo una mano en tu cuello, la otra sujeta fuertemente tu cintura, tu solo estas ahí recibiendo las muestras de mi amor.
Respiro... me acerco lentamente, te produce cosquillas el tierno movimiento de mi nariz contra tu cuello, siento tu calor. Tu sangre clama mi nombre a gritos, mi pálida piel se altera, tu corazón suplica mi malicia y yo solo pienso en que estaré contigo. Te pido que cierres los ojos, imito tu acción; sin pensarlo un segundo más el filo de mis armas blancas en tu piel ya están incrustadas.
Tus manos desgarran mi blusa, un grito de dolor expresa tu voz, tus rodillas tiemblan. Caemos al piso.
Abrimos los ojos y todo es diferente, no puedo dejar de llorar. Me sujetas con fuerza, estas asustado, pero muy entusiasmado. Ahora con el sabor de tu sangre en mi boca doy el primer paso para repetir aquel beso, esta vez es más intenso. Inmensamente feliz en mis adentros, te lo agradezco.
Abro lentamente la madera que nos divide, te veo ahí. Ansioso, nervioso, un intento de sonrisa se dibuja en tus labios.
Me acerco...
Mis uñas rojas por tus mejillas, sientes el olor de mi pelo, miras mis ojos y sabes por donde voy. Me voy lentamente por tu frente, vuelvo a ver tus ojos y observo el miedo; nuestras narices se topan, tu respiración es violenta. Me acerco un poco más, rozo tus labios, me abrazas fuertemente, pero te hago esperar por un beso.
Me alejo de ti, te tomo las manos y comenzamos a andar. Salimos...
Llegamos al parque y ahí parados sobre el puente vemos el agua correr, a nuestro alrededor las hojas y las flores. Me es difícil verte, la niebla es espesa y un cielo gris nos cubre, pronto comenzará a llover.
Pasamos una hora en silencio, tomados de la mano, siento este amor crecer desde mis entrañas, aunque palabra alguna no se ha pronunciado entre nosotros.
La intrigante noche ha llegado y el tiempo es perfecto para hacerte caer. Espero un poco más. Miramos hacía arriba y de aquel pálido sol solo una imponente luna llena ha quedado, el aire sopla con fuerza, sientes frío. Mi pelo baila en el cielo y el listón que lo adornaba se eleva, corres tras él.
Los minutos pasan lentamente.
Te preguntas que pasa por mi mente, te parezco fascinante, enigmática; permanezco intacta. Veo en tus pupilas el reflejo de aquel mortal que me entregó su corazón, que confió su alma en mis manos, que se perdió en el encanto de mis ojos, que no resistió el tono de mi voz.
Quiero que estemos juntos, que nos perdamos en este cielo, que compartamos cada segundo de nuestras irracionales existencias. Lo que te pido es mucho, incluso para tu amor incondicional; tengo miedo de lastimarte, de manchar tu esencia... de arruinar tu vida.
La lluvia poco a poco comienza a caer, el olor a tierra mojada nos hace reaccionar. Reímos.
Hablas lentamente como si tuvieras vergüenza del sentido de tus palabras, comprendo una a una las sílabas y te doy la razón. Me recitas tu amor como si de un poema se tratara, hablas de mi belleza, de mi inteligencia, de mi sentido del humor, tu última palabra es "Amor".
Así es, aunque es difícil, te disculpas; me dices que me amas, me parece un poco tonto pero romántico, te atrapo en un abrazo.
Sin darnos cuenta el tiempo pasó, se acerca el momento que tanto esperé. A lo lejos del parque se dibuja una torre, caminamos. No entiendes porque estamos ahí pero quieres estar conmigo así que no cuestionas, solo cierras tus ojos y te dejas llevar. Sonrió.
Comienzo por tranquilizarte con unas palabras cursis y sin gracia, pero a ti te agradan, confías en mi al grado de seguirme por el mundo sin protestar, un punto a mi favor, ya te tengo en mis manos. Soy nueva en esto y estoy asustada, no tengo idea de como hacerlo. Intento ser sutil, apasionada, clara, concreta e irresistible. Por la expresión de mis ojos sabes que algo estoy tramando, te intriga saber que pasa por mi mente, te pones nervioso y así la situación se complica, intento tranquilizarte nuevamente. Esta vez uso un par de caricias, miradas que no te atreves a rechazar.
Es el momento, te miro de arriba a abajo y te sonrío, tomo tus manos y juego con ellas; acaricio tus mejillas, tu cabeza, recorro tu espalda, quiero recordar cada uno de los detalles de tu piel. No podemos esperar más, nuestros rostros se acercan y tus cálidos labios se funden con los míos, rojos y encendidos. Despacio, suave y largo, tus manos se enredan en mi pelo, nuestros cuerpos se acercan tanto así que nos volvemos uno mismo y caemos por el abismo de la sensualidad y el enamoramiento.
No queremos separarnos pero debo actuar rápido, lo pienso dos veces y decido no darle importancia, después de todo, si las cosas terminan bien te tendré por el resto de la eternidad.
Muevo mi cabeza lentamente, abrimos los ojos y despertamos del sueño en el que caímos bajo el calor de la pasión. No hablamos. Recuesto mi cabeza en tu hombro, pongo una mano en tu cuello, la otra sujeta fuertemente tu cintura, tu solo estas ahí recibiendo las muestras de mi amor.
Respiro... me acerco lentamente, te produce cosquillas el tierno movimiento de mi nariz contra tu cuello, siento tu calor. Tu sangre clama mi nombre a gritos, mi pálida piel se altera, tu corazón suplica mi malicia y yo solo pienso en que estaré contigo. Te pido que cierres los ojos, imito tu acción; sin pensarlo un segundo más el filo de mis armas blancas en tu piel ya están incrustadas.
Tus manos desgarran mi blusa, un grito de dolor expresa tu voz, tus rodillas tiemblan. Caemos al piso.
Abrimos los ojos y todo es diferente, no puedo dejar de llorar. Me sujetas con fuerza, estas asustado, pero muy entusiasmado. Ahora con el sabor de tu sangre en mi boca doy el primer paso para repetir aquel beso, esta vez es más intenso. Inmensamente feliz en mis adentros, te lo agradezco.
Irónica Declaración de Amor
Solo quería decirte algo, sabes que soy libre y mis alas apenas han conocido algunos valles y ríos, pero caminando un día de estos vi pasar tu alma y sentí un no se que en mi. Un no se que en mi, que despertó deseos de saber de ti. Ahora estoy aquí, parada frente a ti diciéndote todo lo que estuvo guardado tanto tiempo dentro de mí. Supe que esto era extraño desde que aquella noche, sentada bajo las estrellas, vi hacia abajo y ahí, en mi taza de café, caliente, humeante; tu cara se dibujo.
Eso sí, mi alma ha sido desfigurada tantas veces, que me da miedo verte a los ojos y descubrir en tu iris, que me he vuelto a perder y peor aún saber que nunca serás mi Romeo. Ni mi Romeo, ni mi nada…. Si, mi nada, solamente una ilusión pues seguramente tu Julieta ya llegó. Se que tu corazón es de alguien más, y eso sella cualquier posibilidad de darte una caricia y regalarte todas mis ilusiones envueltas en una cajita de algodón, cubierta de estrellas y de gotas de lluvia, con todos mis sueños de una vida juntos y los besos que mi boca nunca tendrá, porque mis labios nunca degustarán el sabor de los tuyos, porque mi cuerpo nunca medirá el calor de tus brazos, porque mi alma nunca sentirá, como se siente ser amado por ti.
Te declaro mi amor, mi amor sincero, mi amor grande, mi único amor, tan solo para que lo sepas, aunque ni siquiera lo tomes en cuenta es mi deber hacértelo saber. Solo quiero que lo sepas aunque no espero que hagas nada, solo quiero hacerte sonreír cuando te enteres que esta loca muere de amor por ti. Mientras lees estas líneas imagino tu rostro en perfecta armonía, tus ojos, tu nariz, tus labios…te imagino como siempre, te imagino único sentado y leyendo unas líneas que llevan dentro, mi vida, mi alma y mis sueños. Unas líneas que solo tú podrás comprender. Ahora ya no tengo miedo de decirte lo que siento…
Porque cumplí con mi deber, mi corazón exigente así lo pidió, aunque se que estoy jodida, vengo a declararte todo mi amor…Quiero contarte como pasó, quiero explicarte como cada poro de mi cuerpo se emociona con solo pensar en ti. Quiero ir a pasear contigo y perderme en tu olor, en la sensación de que esto es para siempre. Lo único que quiero es seguir soñando, quiero ser parte de ti, de tu vida, de tu mundo, de tus sueños y de tu corazón. Quiero que me enseñes a volar y que nuestra utopía se haga realidad. Quiero que me quieras. Déjame ser ella, para demostrarte cuanto te quiero, porque te quiero.
Si, lo acepto, te quiero. Se que no me crees, pues apenas somos amigos, pero el amor mas profundo que en la vida he sentido, es este sagrado secreto que ahora revelo. Sé que te conozco hace tan poco tiempo, pero el sentimiento es tan grande que ya no me cabe en el pecho, sé que no sé cuales son tus manías, ni defectos, ni siquiera conozco cual es tu color favorito, pero es tan grande lo que siento, que el rostro de ti ha suplantado mis recuerdos de lo que significaba amor. Y estoy segura que si tu no la amarás a ella, seríamos tan felices juntos.
Y ahora estoy aquí, acostada con mis ideas bajo las almohadas, pensado en el día en que te volveré a ver. Cierro los ojos y en lo negro de mis pensamientos tu nombre se presenta, me saluda, se reí de mí, me besa en la frente y luego se va. Abro los ojos y me doy cuenta que estás tatuado en mí, permanente como la tinta indeleble de un sharpie, presente como mi reflejo en el espejo.
Se que no debo, ni puedo hacerme mas ilusiones porque se que yo no soy de ti, ni tu de mi. Entonces, sigue con tus noches de luna llena y tus días llenos de fantasmas, sigue como siempre tú sin mi. Mientras que yo seguiré aquí frente a mi paisaje, con mi amado café, y mi inseparable soledad, sin ti.
Eso sí, mi alma ha sido desfigurada tantas veces, que me da miedo verte a los ojos y descubrir en tu iris, que me he vuelto a perder y peor aún saber que nunca serás mi Romeo. Ni mi Romeo, ni mi nada…. Si, mi nada, solamente una ilusión pues seguramente tu Julieta ya llegó. Se que tu corazón es de alguien más, y eso sella cualquier posibilidad de darte una caricia y regalarte todas mis ilusiones envueltas en una cajita de algodón, cubierta de estrellas y de gotas de lluvia, con todos mis sueños de una vida juntos y los besos que mi boca nunca tendrá, porque mis labios nunca degustarán el sabor de los tuyos, porque mi cuerpo nunca medirá el calor de tus brazos, porque mi alma nunca sentirá, como se siente ser amado por ti.
Te declaro mi amor, mi amor sincero, mi amor grande, mi único amor, tan solo para que lo sepas, aunque ni siquiera lo tomes en cuenta es mi deber hacértelo saber. Solo quiero que lo sepas aunque no espero que hagas nada, solo quiero hacerte sonreír cuando te enteres que esta loca muere de amor por ti. Mientras lees estas líneas imagino tu rostro en perfecta armonía, tus ojos, tu nariz, tus labios…te imagino como siempre, te imagino único sentado y leyendo unas líneas que llevan dentro, mi vida, mi alma y mis sueños. Unas líneas que solo tú podrás comprender. Ahora ya no tengo miedo de decirte lo que siento…
Porque cumplí con mi deber, mi corazón exigente así lo pidió, aunque se que estoy jodida, vengo a declararte todo mi amor…Quiero contarte como pasó, quiero explicarte como cada poro de mi cuerpo se emociona con solo pensar en ti. Quiero ir a pasear contigo y perderme en tu olor, en la sensación de que esto es para siempre. Lo único que quiero es seguir soñando, quiero ser parte de ti, de tu vida, de tu mundo, de tus sueños y de tu corazón. Quiero que me enseñes a volar y que nuestra utopía se haga realidad. Quiero que me quieras. Déjame ser ella, para demostrarte cuanto te quiero, porque te quiero.
Si, lo acepto, te quiero. Se que no me crees, pues apenas somos amigos, pero el amor mas profundo que en la vida he sentido, es este sagrado secreto que ahora revelo. Sé que te conozco hace tan poco tiempo, pero el sentimiento es tan grande que ya no me cabe en el pecho, sé que no sé cuales son tus manías, ni defectos, ni siquiera conozco cual es tu color favorito, pero es tan grande lo que siento, que el rostro de ti ha suplantado mis recuerdos de lo que significaba amor. Y estoy segura que si tu no la amarás a ella, seríamos tan felices juntos.
Y ahora estoy aquí, acostada con mis ideas bajo las almohadas, pensado en el día en que te volveré a ver. Cierro los ojos y en lo negro de mis pensamientos tu nombre se presenta, me saluda, se reí de mí, me besa en la frente y luego se va. Abro los ojos y me doy cuenta que estás tatuado en mí, permanente como la tinta indeleble de un sharpie, presente como mi reflejo en el espejo.
Se que no debo, ni puedo hacerme mas ilusiones porque se que yo no soy de ti, ni tu de mi. Entonces, sigue con tus noches de luna llena y tus días llenos de fantasmas, sigue como siempre tú sin mi. Mientras que yo seguiré aquí frente a mi paisaje, con mi amado café, y mi inseparable soledad, sin ti.
Lo que pienso mientras tomo café
Mientras pasaban las 21 horas, aproximadamente, sentada sobre los muebles de la cocina contemplaba como la jarrilla, que atesoraba el agua, para mi rutinario café, hervía sobre las llamas de la estufa. La contemple por unos 20 segundos, hasta que reaccioné y supe que el gas se desperdiciaba, gracias a mi descuido. Me impulsé, cuidadosamente, para bajar de mi asiento, estiré mi mano y apagué la hornilla.Observé, detenidamente, como gota a gota caía el agua hacia mi taza. En ese lapso de 35 segundos, en que apagué la estufa y me dirigí a la refrigeradora, para sacar la leche, comprendí todo con claridad, fue como si el sol se hubiese metido en mi cerebro y encendiera mis ideas, todo se volvió tan claro, así como luce una lamparita en el cuarto de un hospital. Tomé mi taza y comencé a caminar, por inercia absurda, hasta que llegué a las escaleras. Conforme las fui subiendo en mi cabeza se proyectaba la película de aquella revelación extraña que se me había presentado. Una a una, y muy despacio, subía las gradas, cuando tuve la sensación extraña de que algo o alguien me esperaba en mi habitación; una dominante luz rosa salía por las ventanas y al entrar caí sumergida dentro de los cristales de los espejos. Me golpeé la cabeza al caer sobre el pasto, me levante aturdida pero emocionada, tenía la necesidad de salir corriendo y ser un espectador de mis vidas paralelas.
Lo que encontré fue una pequeña niña indefensa, con sus ojos tristes y sus cabellos rojizos volando por el aire, un hermoso moño verde adornaba su vestido, y sus zapatitos eran de un impecable charol negro. Corría por lo que parecía ser un bosque, mientras tarareaba una melodía totalmente desconocida para mis oídos. La seguí, hasta que llegamos a lo que supuse era su casa.: un enorme castillo color marrón, adornado con viejas cortinas colgando de los ventanales. Entramos por una diminuta puerta y al traspasar las cerraduras descubrí un utópico mundo de fantasías.
Un mundo en donde todo estaba rodeado de estrellas, y las mariposas jugaban con las hadas, mientras el Sol y la Luna se amaban sin temor alguno, en ese mundo había una enorme cama, en donde yacía una hermosa bruja de ojos verdes y cabellos negros. La pequeña niña saltaba sobre la cama regando sobre ella miles de flores moradas, la bruja solo la veía.
Me acerque a ella, y vi en su pierna un yeso duro y pesado, junto a su cama una mesa que sostenía mi café. El dolor de su pierna era fuerte, ácido, insoportable. En sus ojos, el duende del sueño enamorándola, y en su cuerpo el fantasma del cansancio, la noche era caliente y lenta, pero aun así, una sonrisa se posaba en sus labios.
Hipnotizada por su belleza, su voz era solo como un susurro, que me contaba, como todas las noches su príncipe azul venía en su caballo blanco, y la llevaba a pasear por los cráteres de la luna. Su pasión era descontrolada, pensaba en él todo el tiempo, con tan solo sentir el roce de su piel cada poro de su cuerpo se alteraba, su sonrisa era un arma, que sin compasión alguna, disparaba directo al corazón.
Sus palabras me llevaban cada vez más lejos, los imaginaba juntos, tomados de la mano, besándose. Las lágrimas corrían por nuestras mejillas, las de ella de emoción, y las mías caían lentamente, en cada una estaba la suplica de encontrar a alguien que me amara de esa manera.
La música sonaba con fuerza desde los pequeños auriculares blancos de mi i-pod, mi café se terminaba, y yo seguía sumergida en mis fantasías.
Esa noche dormí como durmió Aurora cuando la malvada Maléfica la hace pinchar su dedo con el huso y cae bajo el hechizo del que solo con un beso del príncipe Felipe podrá salir, y al despertar estaba ahí con el cabalgando en el quinto cráter de la luna.
Lo que encontré fue una pequeña niña indefensa, con sus ojos tristes y sus cabellos rojizos volando por el aire, un hermoso moño verde adornaba su vestido, y sus zapatitos eran de un impecable charol negro. Corría por lo que parecía ser un bosque, mientras tarareaba una melodía totalmente desconocida para mis oídos. La seguí, hasta que llegamos a lo que supuse era su casa.: un enorme castillo color marrón, adornado con viejas cortinas colgando de los ventanales. Entramos por una diminuta puerta y al traspasar las cerraduras descubrí un utópico mundo de fantasías.
Un mundo en donde todo estaba rodeado de estrellas, y las mariposas jugaban con las hadas, mientras el Sol y la Luna se amaban sin temor alguno, en ese mundo había una enorme cama, en donde yacía una hermosa bruja de ojos verdes y cabellos negros. La pequeña niña saltaba sobre la cama regando sobre ella miles de flores moradas, la bruja solo la veía.
Me acerque a ella, y vi en su pierna un yeso duro y pesado, junto a su cama una mesa que sostenía mi café. El dolor de su pierna era fuerte, ácido, insoportable. En sus ojos, el duende del sueño enamorándola, y en su cuerpo el fantasma del cansancio, la noche era caliente y lenta, pero aun así, una sonrisa se posaba en sus labios.
Hipnotizada por su belleza, su voz era solo como un susurro, que me contaba, como todas las noches su príncipe azul venía en su caballo blanco, y la llevaba a pasear por los cráteres de la luna. Su pasión era descontrolada, pensaba en él todo el tiempo, con tan solo sentir el roce de su piel cada poro de su cuerpo se alteraba, su sonrisa era un arma, que sin compasión alguna, disparaba directo al corazón.
Sus palabras me llevaban cada vez más lejos, los imaginaba juntos, tomados de la mano, besándose. Las lágrimas corrían por nuestras mejillas, las de ella de emoción, y las mías caían lentamente, en cada una estaba la suplica de encontrar a alguien que me amara de esa manera.
La música sonaba con fuerza desde los pequeños auriculares blancos de mi i-pod, mi café se terminaba, y yo seguía sumergida en mis fantasías.
Esa noche dormí como durmió Aurora cuando la malvada Maléfica la hace pinchar su dedo con el huso y cae bajo el hechizo del que solo con un beso del príncipe Felipe podrá salir, y al despertar estaba ahí con el cabalgando en el quinto cráter de la luna.
jueves, 13 de agosto de 2009
Una pregunta de más
Inventando la estrategia y el modo
De convencerte.
Llegue a la cima de mis deseos,
Ahora solo espero.
Una lista, muchas peticiones,
De motivos, de razones…
Para ver cada día
Como cae la tarde.
Del sentimiento que me produce
El simple hecho de cerrar los ojos
Y volar.
Pero hoy no quiero
Y me obligan a hacerlo.
¿Acaso es un pecado detener el rumbo del viento y tan solo mantenerse despierto?
¿Y si me caigo?
¿Y si me muero y nunca lo siento?
Y, si solo por esta vez
¿Dejo que me toque?
¿Y si apago la radio?
¿Por qué confundimos y/o mezclamos el sexo con amor?
¿Y si me ayudas?
¿Y si no me esperas?
¿Y si me mojo y no me seco?
¿Por qué no tengo miedo?
¿Qué hago si me aburro?
¿Y si me das un abrazo?
¿Y si es muy rosado?
¿Y si de verdad no hay nada más?
No…
¡Tiene que haber algo más!
Meditas tus respuestas
Mientras me ves frente al espejo
Adornar con el listón mi pelo.
Estas confundido y piensas que me quieres,
Crees comprenderme
Peor aún… estas seguro de conocerme.
A través del reflejo
Sonrió y te hago saber
Que es que mejor que no respondas
De convencerte.
Llegue a la cima de mis deseos,
Ahora solo espero.
Una lista, muchas peticiones,
De motivos, de razones…
Para ver cada día
Como cae la tarde.
Del sentimiento que me produce
El simple hecho de cerrar los ojos
Y volar.
Pero hoy no quiero
Y me obligan a hacerlo.
¿Acaso es un pecado detener el rumbo del viento y tan solo mantenerse despierto?
¿Y si me caigo?
¿Y si me muero y nunca lo siento?
Y, si solo por esta vez
¿Dejo que me toque?
¿Y si apago la radio?
¿Por qué confundimos y/o mezclamos el sexo con amor?
¿Y si me ayudas?
¿Y si no me esperas?
¿Y si me mojo y no me seco?
¿Por qué no tengo miedo?
¿Qué hago si me aburro?
¿Y si me das un abrazo?
¿Y si es muy rosado?
¿Y si de verdad no hay nada más?
No…
¡Tiene que haber algo más!
Meditas tus respuestas
Mientras me ves frente al espejo
Adornar con el listón mi pelo.
Estas confundido y piensas que me quieres,
Crees comprenderme
Peor aún… estas seguro de conocerme.
A través del reflejo
Sonrió y te hago saber
Que es que mejor que no respondas
Una no es suficiente
Hoy sonreí sin razón aparente
Hago mi tristeza a un lado y
Trato de aprender.
Confundo las cosas,
Estoy a la deriva.
Si es más lo que te pienso
O es realmente
Poco lo que te sueño…
Si no me basta la
Inspiración para hacerte
Un soneto con olor
A viento fresco.
Si no digo lo que
Quieres escuchar y
Mis caricias simplemente
No te hacen vibrar.
Si al despertar no soy
En lo primero que piensas
Si de verdad, no te basto
Para soñar despierta.
Si con tan solo una
Mirada por fin comprendieras…
No tengo las palabras
Pero si los sentimientos
Y prefiero que lo sientas
A contarte un cuento de
Hadas, donde ni la mitad
De lo que te digo es cierto.
Si estas presentes
En cada esquina
De mis recuerdos,
Me contradigo y
Busco justificaciones
Para acomodar las
Piezas y quedes exento.
Tu imagen, si…
La del ente perfecto.
Me asusto al
Pensar que te fuiste
Y no me dejas otra alternativa
Que desistir y tratar de vivir
De viejas glorias mientras
Espero que un día regreses.
Hago mi tristeza a un lado y
Trato de aprender.
Confundo las cosas,
Estoy a la deriva.
Si es más lo que te pienso
O es realmente
Poco lo que te sueño…
Si no me basta la
Inspiración para hacerte
Un soneto con olor
A viento fresco.
Si no digo lo que
Quieres escuchar y
Mis caricias simplemente
No te hacen vibrar.
Si al despertar no soy
En lo primero que piensas
Si de verdad, no te basto
Para soñar despierta.
Si con tan solo una
Mirada por fin comprendieras…
No tengo las palabras
Pero si los sentimientos
Y prefiero que lo sientas
A contarte un cuento de
Hadas, donde ni la mitad
De lo que te digo es cierto.
Si estas presentes
En cada esquina
De mis recuerdos,
Me contradigo y
Busco justificaciones
Para acomodar las
Piezas y quedes exento.
Tu imagen, si…
La del ente perfecto.
Me asusto al
Pensar que te fuiste
Y no me dejas otra alternativa
Que desistir y tratar de vivir
De viejas glorias mientras
Espero que un día regreses.
Extasis Perspectivo
Así se me pasaba el tiempo, alucinando con la llegada de la siguiente madrugada, con los sentidos expuestos al frío de la expectativa, del saber que me espera otro día de esa búsqueda incesante.
Abro mis ojos que sin darme cuenta cayeron en el abismo del sueño, veo venir la ola de dudas y el clamor de respuestas. Busco un cuerpo cálido a mi lado pero solo encuentro la huella del recuerdo que se resiste a quedarse en el pasado.
Entre el dilema de encontra la identidad, el dulce sabor del adiós cuando lo necesitamos; la certeza de que me romperán el corazón y podré reparalo. De mi inconciente no conciente que se proyecta en mis sueños, de poder hablarte hasta marearme, de que el aroma a mi guerra interna se amortiguara con el de mi paz externa.
Encontrar y reinventar motivos para soñar despierta...
De una locura que va de la mano de mi cordura, una locura con la que quiero quedarme y desde ahí ver tu perspectiva de lo que concebimos como vida
Abro mis ojos que sin darme cuenta cayeron en el abismo del sueño, veo venir la ola de dudas y el clamor de respuestas. Busco un cuerpo cálido a mi lado pero solo encuentro la huella del recuerdo que se resiste a quedarse en el pasado.
Entre el dilema de encontra la identidad, el dulce sabor del adiós cuando lo necesitamos; la certeza de que me romperán el corazón y podré reparalo. De mi inconciente no conciente que se proyecta en mis sueños, de poder hablarte hasta marearme, de que el aroma a mi guerra interna se amortiguara con el de mi paz externa.
Encontrar y reinventar motivos para soñar despierta...
De una locura que va de la mano de mi cordura, una locura con la que quiero quedarme y desde ahí ver tu perspectiva de lo que concebimos como vida
martes, 11 de agosto de 2009
En la búsqueda del sentido
Analizo mis pensamientos y aunque no quiera los dejo salir, van de la mano de mis deseos. Me lleno de contradicciones y remordimientos; puedo ver en mi ojos que no entiendo las explicaciones. Busco sentirme inspirada, lo encuentro en su idea, su aunsencia, su respuesta.
Sigo luchando por nadar contracorriente, la olas me llevan, son más fuertes que mi paciencia. Es la espiral que me arrastra, que me desata... Una cantidad de energía que invade mi cuerpo.
Ya llevo cierta eternidad de miradas vacías, de mis manos sin vida. Te busco en esa distancia y me asusta no econtrarte ¿Será que hoy si me abandonaste?
Al final se pierde el sentido y me encuentro en una cacofonía de ecos sin sonido; Que no callan, que no olvidan.
No quiero una excusa, no quiero una causa ¡Esta vez no pido nada!
Talvez un poco de calma, serenidad. Talvez... mi soledad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)