Así que por décima vez en el día suspiró.Dio la vuelta y dejando atrás su desconocido reflejo abrió la ventana y, deleitándose con el cielo, las estrellas y la luna llena que se abría ante sus ojos, decidió recordar.
Y no era que no lo hubiera hecho antes, lo hacía todo el tiempo. Cada mínimo detalle de aquella pequeña cosa verde orejas de gnomo; Todo, absolutamente todo lo recordaba. Pero esta vez será diferente, se dijo en sus adentros.
No tenía muy claro que podía tener de diferente recordarlo ahora que en ocasiones pasadas, pero estaba segura que esta vez definitivamente cambiaría. Y toda su vida juntos comenzó a pasar frente a sus ojos. No pudo evitar un escalofrío cuando de su ipod comenzó una canción que habla de un "Libre Sentimiento".
Era casi mágica la sensación que esa canción le provocaba. De repente la nostalgía y melancolía se hicieron presentes y cada espacio de su cuarto se lleno de ellas. Podía sentirse la densidad del ambiente a través de las paredes. Subió el volumen al máximo y como si eso no fuera suficiente masoquismo, abrió la gaveta y entre miles de papeles encontró aquella carta que él, al inicio, le había dado. Letras cursis y especiales en donde, en síntesis, decía que no quería ser en su vida solo un visitante.
La tomó entre sus manos y, como ya era costumbre, la leyó. Al final no pudo reprimir una leve sonrisa y un intento de llanto. Ya había perdido la cuenta de cuantas veces había leído esa carta, incluso era posible que la supiera de memoria porque durante mucho tiempo, ese conjunto de verbos y adejetivos fueron su soporte. Él le dijo una vez: Cada vez que sienta dudas, lea la carta. Ahí entenderá todo lo que tengo que decirle, todo lo que siento por ud.
Dejó caer aquel preciado papel y justo a la mitad de la canción pudo escuchar como una parte de su alma le pedía a gritos un poco de descanso y como peleaba con su cerebro, en donde hay tantas cosas que quisiera entender, tantas preguntas sin respuesta, tanto dolor injustificado.
Absorta en sus pensamientos trato de encontrar entre el mar de sus neuronas un solo defecto, un solo error, una sola decepción.Nada.No había nada malo que hablar, pensar o imaginar de él, buscó intensamente para, talvez, con un punto negativo a su favor, olvidarlo de una manera más sencilla.
Pero simplemente No, total y absolutamente perfecto.
En vista que no había nada malo que recordar desistió de la idea y optó por revivir esos meses de absoluta y plena felicidad; Después de todo lo que ellos había sido tan hermoso y perfecto como para arruinarlo de esa manera.
Estaba decidida a salir de su área de confort. Repitió la canción y, así con esas suaves palabras envenenadas, cerró los ojos y sonriendo... Comenzó.
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